viernes, 31 de diciembre de 2010

Navidad, Navidad, Dulce Navidad.



Sí, a todos bueno, a casi todos nos gusta la Navidad. Luces, adornos, abetos, villancicos, zambombas, panderetas, pianos de los que solo salen melodías navideñas, belenes, que si una batalla entre Papa Noel y Los Reyes, que bonito todo.
¿A quién no le gustan los regalos?, ¿qué es una Navidad sin regalos?, cada vez más y más, consumismo, dinero, envoltorios que cada vez más bonitos abundan nuestras casas, ya ni las pequeñas tradiciones de dejar los zapatos cerca del árbol, ni las galletas, ni la lecha, NADA.


Sí, yo también he sido niña, y no hace mucho la verdad, me encantaba despertarme el día 6 de Enero y abrir paquetes y paquetes mientras mis padres sonreían al ver que su hija era feliz por un momento, un momento que poco duraba, porque como bien está grabado desde que tenía 1 año, siempre se repetía la misma historia, me hacía más feliz desenvolver los regalos que jugar luego con ellos. Noches enteras sin dormir que daban fruto a un montón de grandes y caros regalos; y ahora, tengo que decir que echo de menos esa sensación, ese paripé que tanto nos ha ilusionado cuando eramos niños, lo echo de menos, me encanta ver a mis sobrinos abrir sus regalos y como disfrutan desenvolviendolos mientras yo, sé que no volveré a sentir esa sensación de ilusión.

También debo poner cara a esa sensación que muchas veces tengo; no se si es que no lo recuerdo o qué, pero ahora, se hacen demasiados regalos, muchos, un pequeño de 5 años ya tiene casi todo lo que hay en el mercado, ¿qué le comprareis cuando tenga 10?, ¿qué pedirá en su próxima carta?, ¿no os dais cuenta de que es demasiado consumismo?, ¿que hay miles, no, millones de niños que no tienen ni para comer?, que no tienen casas, ni siquiera un trozo de pan para llevarse a la boca... Y aquí estamos nosotros, quejándonos de nuestros regalos, pidiendo el ticket para devolverlo porque no nos gusta o pensando por dentro: ¿Por qué no se gastarán más dinero?, ¿por qué no me regalarán algo mejor?

Ahora, miraros, miraros en un espejo, me basta con un retrovisor del coche... y decidme, ¿qué pensais de todo?, ¿cómo os parece que está repartido el mundo?

... ¿Todo bien verdad?. Todos contentos con nuestros miles y miles de regalos..

Ah, FELIZ NAVIDAD!

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